Genu Varo y Genu Valgo
Son cuadros patológicos que afectan la alineación de las rodillas, y cada uno es contrario al otro, lo que quiere decir es que “varo” es el alejamiento de los miembros de la línea media del cuerpo, y “valgo” es el acercamiento, en este caso se habla de las rodillas.
En el genu varo las piernas tienen forma en “O” o en “paréntesis”
En el genu valgo, parecen una “X” o en “aspa.
Cuando el niño nace, el eje de sus piernas está en un discreto varo. Con la marcha muchos niños acentúan esta posición en varo que se había corregido durante su primer año de vida. Lo acentúan y lo mantienen hasta los dos o tres años. Generalmente mejora coincidiendo con la retirada del pañal. Continúan creciendo y desde esta fecha hasta los cinco o los seis años, van situando las piernas en una posición de valgo. Siguen creciendo y llegan a la edad adulta con valgo fisiológico. Es decir, desde que nace hasta que llega a la edad adulta, el niño puede ir modificando estos ejes de forma llamativa y a veces muy exagerada. Incluso, podría pasar de una forma en varo a otra en valgo y sería normal.
Poco a poco y hasta los primeros 8-10 años de vida, la rodilla irá normalizando su posición debido a los cambios fisiológicos propios de la edad, a la bipedestación y a la marcha. Cualquier alteración en este periodo formará parte del varo y valgo de rodilla.
Sin embargo, existen unas características concretas del genu varo anormal en los primeros añosde vida:
- Genu varo de cualquier magnitud en niños mayores de 2 años
- Ángulo femorotibial clínico o radiológico mayor de 15 grados
- Distancia entre los cóndilos femorales mayor de 3cm
Causas:
-Fisiológico: hasta los dos años el genu varo es normal y desde esta edad hasta los cinco, el genu valgo también.
- Genu varo de cualquier magnitud en niños mayores de 2 años
- Ángulo femorotibial clínico o radiológico mayor de 15 grados
- Distancia entre los cóndilos femorales mayor de 3cm
Causas:
-Fisiológico: hasta los dos años el genu varo es normal y desde esta edad hasta los cinco, el genu valgo también.
- Falso genu valgo: en niños con sobrepeso. El eje entre los dos huesos es correcto, pero los muesletes gorditos impiden que los tobillos se puedan tocar y las piernas adquieren una falsa situación de valgo.
- Genu valgo y genu varo idiopáticos: se refiere a aquellos casos en los ambos superan la edad normal y se mantienen en el adulto pero sin causa patológica aparente que lo justifique. En muchos de estos casos suele haber una carga genética y el niño desarrolla las piernas a imagen de las del padre o de la madre. El tratamiento será médico o quirúrgico, según su causa.
Algunas causas de deformidad que no se resolverán de manera espontánea y que por tanto resulta importante descartar, se relacionan con las siguientes enfermedades:
- Enfermedad de Blount: se trata de una alteración de uno de los cartílagos de crecimiento de la tibia, a nivel de la rodilla, que provoca una deformidad progresiva.
- Enfermedades metabólicas que cursan con trastornos en la osificación: entre ellas destaca el raquitismo hipofosfatémico, tanto de origen renal como por deficiencia nutricional.
- Displasias óseas o esqueléticas: son trastornos congénitos del desarrollo óseo. Suelen ser niños de baja estatura con afectación ósea múltiple.
Diagnóstico:
El diagnóstico se suele hacer cuando el niño comienza a caminar. El defecto puede aumentar durante varios meses, para empezar a disminuir hacia el segundo año de la vida. De esta manera, al cumplir los dos o tres años suele estar corregido.
Tratamiento:
Es importante señalar que este patrón angular de deformidad en las extremidades inferiores de los niños presenta un amplio rango de normalidad y es muy variable de un niño a otro. Por ello no hay que considerar patológico encontrar un cierto grado de genu varo en niños un poco mayores. Incluso estos casos, si los valores están dentro del rango normal, no precisan tratamiento.
Tratamiento:
Es importante señalar que este patrón angular de deformidad en las extremidades inferiores de los niños presenta un amplio rango de normalidad y es muy variable de un niño a otro. Por ello no hay que considerar patológico encontrar un cierto grado de genu varo en niños un poco mayores. Incluso estos casos, si los valores están dentro del rango normal, no precisan tratamiento.
Hoy en día se sabe que la colocación de aparatos ortopédicos en extremidades, que resultan por demás incómodos, no han demostrado efectividad en la corrección de la deformidad; más aún, es bien sabido que cualquier grado de corrección que se pueda ver, se debe a la corrección espontánea que presentan con la edad y no al uso de ningún aparato.
En algunos casos, como en el niño pequeño con enfermedad de Blount, especialmente unilateral, las rodilleras largas correctoras pueden tener una acción de contención de la deformidad, más no de corrección. Cuando el genu varo sobrepasa los valores normales, especialmente si existe alguna enfermedad ósea como las comentadas, está indicada la cirugía correctora para recuperar la alineación.
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